Muchas civilizaciones antiguas creían que la vida era una constante e inestable tensión entre el caos y el orden. Por ejemplo, según la cosmogonía china, una de sus teorías consideraba que, de un rayo de luz clara, el yin (componente femenino), surgía el caos y de este el cielo. De la opacidad restante, el yang (componente masculino), surgía la tierra y la oscuridad. La vida era para ellos una permanente búsqueda deREAD MORE